lunes, 15 de noviembre de 2010

De mi hakunero sentir

Son demasiadas cosas las que me unen al Clan de Rovers “Hakuna Matata”. Mi historia dentro del movimiento conspiró para que fuera una etapa inolvidable.

A los 17 años me hicieron mi pase de una Expedición que estaba a punto de extinguirse para convertirse en la Comunidad de Caminantes, al Clan de Rovers del cual sinceramente, yo sabía muy poco.

Fue difícil al principio adaptarme al clan, pues nos encontramos en él dos generaciones totalmente contrarias, separadas por abismales casi cuatro años de diferencia, pero unidas por el gusto de ser scout.

Además, nos tocó ser una generación de transición, pues en esos momentos las secciones se convertían en mixtas, las tradiciones y místicas tenían que adecuarse o cambiarse y el mundo scout parecía convertirse en un caos.

Precisamente de aquí surgió la idea del Hakuna Matata, que nació solamente del uso de una frase para el lema y se convirtió en toda una manera de vivir y disfrutar la vida.

Después de que creamos y fortalecimos el Hakuna Matata como clan, las vivencias fueron inolvidables. El primer campamento como Hakuneros fue en Moroleón, donde por cierto, nos bautizaron como “Los Hakunos”, mote por el que nos identificarían en muchos otros eventos más.

Fue realmente enriquecedor dejar el nombre del clan muy en alto en cada evento; jamás íbamos con la intención de ser el Súper Clan y ganarlo todo, más bien nuestra intención siempre era divertirnos, conocer scouts de aquí y de allá y regresar con una nueva experiencia. Esta actitud, distintiva del Hakuna Matata, nos llevó a ganar uno y otro evento, aún sin buscarlo.

Haber participado en el MOOT Nacional y Foro Nacional de Clanes 2007 representando a mi clan y a mi provincia fue una de las mejores experiencias de mi vida. Partir desde León hasta Cancún sin conocer a ninguna de las personas que después se convertirían en grandes amigos, viajar solo y sin el apoyo del grupo, del distrito ni de la provincia, conocer el mar por primera vez y disfrutar de la playa, tener el primer amor de campamento y volver a casa lleno de historias que contar, hizo de ese viaje una gran experiencia. A los Rovers que hoy forman parte del Hakunero Style, los invito a que no pierdan la oportunidad de asistir a un Moot Nacional.

Inolvidables también otros eventos como la organización de la primer flor de lis de latas de provincia, en conjunto con el grupo 1 de Guanajuato; o que tal la participación en el Elevalmoot 2007, del cual ganamos el tercer lugar, aunque hasta la fecha creo que merecíamos más; el primer EEAS del grupo en la historia, en la capital de nuestro estado, de donde nacieron tantas historias nuevas; el segundo lugar en un proyecto compartido con chago, en el concurso de expresión tecnológica en el EEAS de Monterrey; el viaje a la playa del clan, proyecto que, junto con el del Elevalmoot, fue de los mas enriquecedores pues se trabajo desde tiempo atrás para lograrlo, haciendo actividades económicas en busca de recursos, planeando, organizando, buscando precios, lugares, etc.

Tantos otros proyectos que nunca se lograron pero que nos emocionaron y nos llenaron de experiencias como el viaje a Cochabamba, la cueva del clan o el torneo de manobol, entre varios otros.

La ideología de los hakuneros quizás nunca fue del todo aceptada por los ajenos al clan, pero quienes estuvimos ahí nos enamoramos de la manera en que trabajábamos todos los Rovers, como individuos asociados, pues surgían proyectos y mas proyectos que incluían a casi todos los Rovers, y nos convertimos en un grupo muy unido, lo que creó un vinculo afectivo enorme entre quienes estuvimos ahí. Es algo bueno que me dejó el Hakunero, un montón de amigos para toda la vida.

Obviamente hubo tragos amargos, pero no creo que siquiera merezcan recordarlos así, por que de todo lo malo también se aprenden cosas.

El clan de Rovers trajo consigo también experiencias diversas para la vida, como un empleo, el amor, relaciones públicas, e incluso, mis nuevos proyectos fuera del clan, tienen fuertes bases en lo que aprendí y viví ahí, por lo que la huella del Hakunero Style en mi modo de vivir es enorme.

Sin preocuparme, es como ahora vivo, pues a vivir así, en el clan yo aprendí….


SLPS
R.S. Leito Roots

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